Por mucho tiempo no me sentí cómoda con el hecho de
cumplir años cerca de la navidad. Las fiestas del colegio y luego las fiestas
de fin de año de las empresas con las
cuales tuve un vínculo coincidían casi siempre con la fecha de mi cumpleaños. Con los años me fui acostumbrando, o talvez
con los años le di menos importancia a los años que cumplía.
No lo sé, el caso
es que me gusta celebrar y mi cumpleaños es una de mis disculpas. Este año decidí celebrar
de una forma más intima.
Cumplí mis 25 al revés en Brasil, con la sensación de no
estar sola. No sé si fue cansancio o simplemente la necesidad de recogerme y de
acogerme lo que me hizo celebrar este año casi en silencio, y digo casi porque a
través del teléfono y la red virtual tuve la presencia de familia, amigos y
conocidos.
En tiempos de E-mail
y Facebook con memoria virtual, nuestra memoria afectiva se reactiva con mayor rapidez cuando la foto o el mensaje de nuestro amigo, ser querido o conocido aparece en el monitor. Mensajes rápidos
en fechas significativas no disminuyen en mi la profundidad
del encuentro y la presencia a pesar de
la distancia, aunque no niego que recibir una carta de puño y letra mueve todas
mis fibras nostálgicas, pero sé muy bien que no puedo reclamar. Lamentablemente
también yo he dejado de escribirlas y talvez sea porque mi memoria afectiva poco a poco comenzó
a ser estimulada por esa memoria virtual que llegó con el reencuentro de mis compañeros del
colegio y amigos de infancia en Cali, de
los amigos que andan y dejé por el mundo y el reencuentro casi rutinario de cortos
mensajes, fotos de familia y amigos.
En principio, estos
encuentros virtuales podrían parecer parte de un ritual ajeno a la presencia
real, pero en el extranjero son estos reencuentros
los que han estimulado en mi otro tipo de presencia y de memoria afectiva,
talvez menos virtual aún siéndolo y más sentida aun no estando. En este
juego dicotómico de lo virtual y lo real apareció Sabrina Scravaglieri:
una linda y sensible amiga italiana
que me envió de regalo de cumpleaños
el video de Loreena McKennitt. La frase “por favor acuérdate de mi” me llegó al
alma , tal vez porque es lo que hacemos o sentimos cuando activamos nuestra
memoria afectiva en este mundo virtual,
esa memoria llena de sensaciones, de
momentos, de sentimientos y de
expresiones que se potencializan en estas fechas donde estamos lejos de
los nuestros o los nuestros están lejos de nosotros; y es en estas fechas donde
pretendemos reconstruir con nuestra música, comida y fiestas el sentir de esa
cultura que nos identifica, pero que se mezcla con la cultura en que estamos. Gracias
Sabrina por en tan poco tiempo de conocernos darme tanto.
Navidad en Paraty: Árbol de navidad tropical, presencia brasilero-colombo-argentina saboreada con vitel tone , peceto en escabeche con torta negra colombiana y quindão brasileño. Fondo musical: Grupo Niche, Piazzola y Cartola.
Proyecto año
nuevo en Copacabana: presencia alemana-colombo-brasilera-argentina saboreada con
arroz con pollo y bacalhau . Fondo musical: casi dos millones de personas
sintiendo su presencia junto al mar.