sexta-feira, 16 de julho de 2010

EL DIAGNÓSTICO Y LA TERAPEUTA



"El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce.
Hondas ojeras nos delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantia y todo".


Eduardo Galeano
Periodista y escritor uruguayo.

segunda-feira, 12 de julho de 2010

CONEXIONES DEL ALMA




Obra: Juan Carlos Iacaruso


He compartido y sigo compartiendo con Darío Gómez Sánchez aquí en Rio de Janeiro largas veladas existenciales, esas donde uno se pregunta 
¿porque estoy aquí?, ¿para donde voy?, ¿donde me quedare?. Las mismas preguntas que imagino nos haríamos viviendo en nuestro país. Hasta ahora no hemos encontrado respuestas pero si nuevos motivos para seguir tomándonos un chocolatito colombiano en una tarde carioca con temperatura de 29 grados, seguir extrañando las arepas, los buñuelos, el quesito costeño o tener una disculpa para fijar una fecha sin fecha y cocinar juntos un buen sancocho de gallina.

Con Darío no sólo comparto mis crisis existenciales o la nostalgia por los gustos gastronómicos regionales, con él al igual que con Juan C. Iacaruso el artista plástico argentino autor de la obra que ilustra este articulo y mi actual compañero “de formula”, comparto nuevas formas de estar aquí en un país que no es el nuestro pero que lo sentimos y hacemos propio porque es en este lugar que los tres sentimos que "somos" y "estamos".

Comparto la obra aún no terminada y sin titulo de Juan y el articulo de Darío. Desde estas reflexiones y desde los sentimientos que Juan Carlos y Darío me inspiran me atreveré sin permiso a bautizar la obra y el texto como; CONEXIONES DEL ALMA

AL FINAL, NADA JUSTIFICA LAS FRONTERAS...


"Me quedé pensando en la cita de Julia Kristeva donde dice que todos somos extranjeros ¡Me parece tan cierto! Aquí y ahora, un ejemplo simple de eso, son los mismos brasileros: los nordestinos hablan de Rio como si fuera otro país, y muchos cariocas (que ya pasearon por Europa) nunca fueron a Bahía ni a Recife. Pero no es sólo lo geográfico (que en Brasil se justifica por las extensas distancias) lo que nos hace extranjeros, es también lo cultural. En Colombia, por ejemplo, muy poco se parece un bogotano a un llanero, y los costeños se parecen más a los cariocas que a los antioqueños. Algo semejante sucede en Alemania e Italia: los habitantes del sur son bien diferentes de los del norte, o en España, donde un catalán niega cualquier semejanza con un gallego. Y en Argentina nadie quiere parecerse a los porteños, incluyéndolos a ellos. Ni la geografía ni la cultura constituyen límites definitivos, y ni hablar de las emociones o los sentimientos. Se dice que Brasil es el país que inventó la saudade, pero más nostálgico me parece Buenos Aires; y a los alemanes se les acusa de excesivamente racionales, pero con la filosofía idealista inventaron la sensibilidad romántica. Los mexicanos pueden ser despechados como una ranchera, trascendentales como un tango o fiesteros como una cumbia. Un colombiano puede ser las tres cosas en un mismo día o al mismo tiempo, como también lo puede ser un japonés o un brasilero… Al final, nada justifica las fronteras, porque hasta de nosotros mismos somos extranjeros". 

Darío Gómez Sánchez

quarta-feira, 7 de julho de 2010

"YO SOY DE LOS LUGARES DONDE HE VIVIDO"










Foto: Luz Marina - Casa en Botafogo/Rua Bambina

DESDE COLOMBIA
“ Yo fui extranjero por mas de 10 años. Viví, conviví, amé, estudié, hablé sin acento y siempre me presentaron o se refirieron a mi como el Colombiano. Mientras tengamos, fronteras, pasaportes y la negación a al interculturidad, seguiremos teniendo y siendo extranjeros. Un día feliz será cuando cantemos con Borges: Yo soy de los lugares donde he vivido”.  Victor Manuel Quintero, mi compa y gran amigo que vive en Cali... raices profundas