segunda-feira, 18 de abril de 2011

COPA...COPACABANA!!!!!!

Fue en Copacabana justamente donde conocí a Carolina, yo estaba muy nerviosa.         Después de algunos anos con la misma ginecóloga en Botafogo había decidido buscar otra médica en Copacabana cerca de mi consultorio. Y allí estaba yo, en uno de esos consultorios médicos “clásicos” de Copacabana que entre otras cosas me recordaba al mío con su construcción antigua, piso de madera y su pequeño espacio pero con su sello de autentico, muy de Copacabana.
La decoración ecléctica del consultorio junto a la voz chillona de la secretaria despertaron mi lado preconceptuoso y rogué para esa consulta teminar rapido mientras miraba de reojo a Carolina y para calmar mi ansiedad le pregunte si la médica “era buena”, como respuesta obtuve un "si parece" pero yo estoy llegando de Bello Horizonte y soy extranjera en esta ciudad. Y con este inicio de conversa intercambiamos teléfonos, e-mail, blogs, hablamos de nuestra Copacabana donde ella vive y yo trabajo.

Y así empezó la propuesta de este articulo, ella ya había escrito en su blog sobre su vida en Copa y yo todavía seguía pensando que debía escribir algo sobre este pedazo de Rio de Janeiro donde pasan tantas cosas, donde existen tantos mundos y sé que no puedo permitirme ser indiferente a su cotidiano cada mañana, cada tarde, cada noche, cada dia, cada mes, cada a
ño.                                                 

Aún después de muchos años en esta ciudad me admira y me sorprende cada mañana cuando voy camino a mi consultorio,la soledad tropical de los viejitos que caminan solos o acompañados, el caminar rápido de las vendedoras de las tiendas con sus tacones altos, su perfume, equilibrio y garbo para esquivar los huecos de las aceras, las empleadas de servicio que llevan los niños en sus cochecitos a tomar el sol y a los perros a orinar y otras cosas, tampoco me son indiferentes los jóvenes y adultos corriendo o ejercitándose en la playa, la cara de los turistas blanco-leche sofocados por el calor de 28 grados a las ocho de la mañana caminando de zapatillas y media hasta el tobillo con un aire de “perdido”.        !ah!!! pero cuanto me emociona ver su cielo azul y escuchar la batida de las olas del mar en la playa.

Terminada mi ultima consulta camino por el barrio hasta llegar al punto del bus que me llevará de vuelta a Botafogo. Los viejos y los chicos se han ido a dormir, las empleadas ven la novela de las ocho que es a las nueve “Insensato corazón”, los vendedores ambulantes se han tomado la avenida Nossa Señora de Copacabana, las trabajadoras del sexo han empezado ha instalarse en sus puntos de encuentro, los mendigos y los cartoneros se disputan cada pedazo del tarro de basura. Hay olor de “pamonha” (envuelto de maíz o humitas), hay olor de sudor, de arroz rehogado con mucho ajo, hay olor de humedad y de mar confundiendose
con los sueños silenciosos hacinados o disfrutados en algunos pocos metros cuadrados, y de ello escribe Carolina aquella “extranjera” en Rio que mencione al inicio, por ahora una amiga virtual, les invito a leer en su buen español su cotidiano en Copa. Gracias Caro, yo disfrute muchisimo tu texto.
Luz Marina 




"Copacabana es el barrio más poblado de Rio de janeiro, alcanzando eso de 150 mil habitantes. abriga 3 estaciones de metro, 3 favelas, uno de los hoteles más lujosos de américa latina, cualquier cosa que usted pueda imaginar, desde sinagogas a sex shops, el fuerte y una playa en formato de media luna. la “princesinha do mar” así llamada, es dueña del bulevar más hermoso de la orilla por los dibujos de burle max. drummond no se quita de allí.
¡Es a un palmo de esta playa donde vivo yo! en uno de estos 20 apartamentos por cada planta de esta caótica gotham city, caracterizada por tener más moradores de lo que se puede comportar - amplia y cómodamente hablando. Hace mucho, este renombrado pedazo de tierra exprimido entre el mar y la montaña, se llenó de edificios altos, de pisos pegados unos a los otros y se volvió en un microcosmos brasileño, uniendo diferentes clases sociales y turistas en todas las temporadas. por eso, vengo a hablar de mis vecinos, que aunque no se trate de un edificio “tiembla-tiembla”, ¡ellos son BIEN peculiares!

La vecina del 1019 viaja el fin de semana con su novio europeo y deja la gata para que la cuide. me trae como detalle un imán de nevera que dice: me acordé de ti en arrayal del cabo. el souvenir no combina con nada en mi cocina pero aun así creo que ¡es mono! su estilo de vida tampoco pega con el mío. en el día de los novios pienso en Lapa y comento que hoy es un buen día para salir de juerga, para una soltera como yo, me imagino que todos los muchachos sueltos en la calle hoy serán solteros. ella se pone de acuerdo y me sugiere una vuelta al shopping. ¿shopping? ¡ni hablar! quien viene una vez a la semana a limpiar la casa del vecino del 1021 es su ex-mujer. ¿qué dices? aún este querido vecino me lleva para clases de samba, soltinho y gafieira. Jaime Arôcha, el dueño de la escuela, elogia el color de mi lapiz labial y mi vestido, me hace sentir ¡una chica almodóvar! mi gato "bahia" quiere ir a pasear y empieza a volar chócandose con la puerta. mientras salgo con la basura, él corre y entra en el piso que la bruja del 608 alquila para temporada. ella o-d-i-a los gatos, se queja y me pide bufando para sacarlo de ahí, ‘no quiero pulgas en mi casa’. le digo que mi gato no tiene pulgas. me quiere regañar, dice: ‘pero eres tan mona, tan educada, no quería hacer eso, pero si sigue así...’ una vez que vivo de alquiler, hay que tragarse el sapo, ¡oh, vida cruel! a la vuelta del xerelete al escabeche de adega pérola, abajo de casa, cruzo con la vecina del 722 que me pide fuego. su voz sale de las entrañas, parece que me quiere chupar la sangre. ¡se me pone la piel de gallina! la vecina hipocondríaca que acaba de mudarse para el 1021 pasa los días echando veneno para cucarachas por debajo de su puerta y quejándose de algún dolor, un abanico de síntomas que varían a cada día. el vecino del 512 miente, dice que tiene 19, pero tiene 16. me pide abrigo cuando se pelea con los padres y ayuda para escribir cartas a su ex-novia. él intenta, yo siempre invento una excusa. la vecina del 917 me regala un plato de macarrones, tras emprestarle el fogón para cocinar. cortaron su gas. ella comparte piso de 40 m2, igual a todos del edificio, con su novio, la madre y el hermano de él, los dos hijos de ella, además de gisele y mimí, la perra de él y el gato de ella. c´est la vie!

Son 12 pisos, 24 aparta-estudios por piso, más de 500 moradores, 10 porteros. uno de ellos un día me dijo que tenía un regalo para mí. me regaló ¡una mandarina! y después viéndome ir a viajar, gritó desde la portería: ‘vuelve pronto!’ hasta hoy tengo dudas si de verdad escuché el disparate ese. mi gata se esconde debajo de la lavadora cuando el niño del 807 llama el timbre. Hubo una época que la prestaba, dolores mi gatita, para él y la niña del 217 jugar. habrá sufrido porque hasta hoy mantiene este trauma. dejo unas ropas para arreglos y me entero que la modista es mi vecina del 204. me pide para ir a sua casa a ayudarla a comprar un billete de avión online y acabo horas en el MSN con su ligue virtual, mustafá, un turco que ella creía español. mi visita liga con el vecino del 406. él es maricón, le comento, aun así, ella sigue teniendo fantasías con él. bello día llego tarde al trabajo porque tengo que ayudar a la vecina del 703 que llora por no conseguir poner curativos postquirúrgicos en cocada, su gatita reciéncastrada. ella también comparte piso con eros, un perro obeso y llega un día a mi puerta, con un pastel para darme las gracias justo al momento que yo sufría intentando cerrar la cremallera en la espalda del vestido. ¡uff! es cierto que díos da en doble. intento ver lo que el vecino interesante (dentro de este contexto de personas circenses) del 718 lleva en las bolsas del súper. pesco salsichas, muzzarela, pan sin cáscara, pan francés, mortadela, litros de tetra-park sabor naranja, ruffles y mayonesa. demasiado colesterol. descarto. además no sabrá cocinar o le da pereza. ¡descarto con gusto!

Vivo en los fondos de mi edificio en copacabana. no tengo vista al mar, pero puedo disfrutar de un útil tendedero de ropas en mi ventana. sin embargo, pago la lengua cada vez que tiendo cualquier cosa allí. en una de estas, dejo caer una toalla que aterriza en el aire condicionado del vecino del 314. dejo una nota abajo de la puerta pidiendo por favor que la deje en la portería por si la encuentre. cuando vuelvo doy con una nota con su nombre completo, e-mail, teléfono y dirección en salvador – ba, msn y facebook: ‘no he encontrado la toalla, pero vamos a tomar un café o quizá un avión?’ ay, cuanto mas yo rezo... mi vecina del 1016 tiene tatuado en el pecho unas patitas de tigre que caminan hacia el escote. otro día vi algo parecido en el ascensor. el turista de temporada del interior tenía un cupido tatuado, mitad visible y la otra parte se quedaba escondida dentro del bañador. escucho la conversación con su amigo: ‘te perderías en Rio de Janeiro? – le pregunta. el amigo, así como yo, entiende perder el rumbo, pero el chaval romántico del tatuaje requetehermoso, se refiere a perderse en la vida. para mí, esa expresión inútil ya estaba pasada de moda. bahia mi gata corre a la 11ª planta, escucho su maullido, subo y lo encuentro mordiendo los alambres de la obra eléctrica. me acuerdo del carnero electrecutado en mi niñez en iraq, pero no puedo sacarlo de allá. desmayaría si fuera tonta, pero me bajo las escaleras detrás de un pedazo de sardina para atraerlo. en vano, él es salvo por el administrador que me trae el gato polvoriento en sus brazos. ¡mi héroe! la cuidadora del hijo del taxista del 301 comenta preocupada de la tarea de casa del niño: ‘habla de xangô, pero xangô es tema del diablo! y también hay textos sobre truenos. trueno es díos!’ y lamenta: ‘no comprendo este colegio pedroII’. ¡misericordia!’

En este momento me chupo los dedos de pescado picante en conserva que la vecina del 518 me regaló de navidad. a los gatos también les regaló un pote de pescado frito. también ahora escucho tres canciones de la banda de hiphop de aquel vecino de 16 que dice que tiene 19. vivir en copacabana es así, muerdo la mano que me da de comer, pero copacana, eu he de amar. la verdad es que oscilar entre te quiero y te odio, cambia mucho con el humor del momento, si mal, veo todo raro y feo. si bueno, es todo raro, sí, pero raro y curioso. ¡me divierte!

¡viva la mirada antropológica! ¡viva la subjetividad humana y la diferencia! a fin de cuentas, qué soso sería si todos fuéramos iguales.

mi piso es libra. Carolina

  http://nuestrasestorias.blogspot.com/2010/12/gotham-city.html

5 comentários:

  1. luz, adorei!! obrigada por corrigir meus erros de tradução. y al final, te gusto la médica esa??? rs..rs beijos, carolina.

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  2. Caro!!!!! sin comentários...rsrsrsrs vamos marcar um chopinho em copa proxima semana?

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  3. Hola Luz Marina:
    Hace días puse un comentario, pero no aparece.En todo caso declaro que Carolina tiene un estilo "remolino" que promete, pero que prefiero el tuyo que es más reposado. Creo que podrían las dos hacer un equipo y escribir a cuatro manos, como lo hicieron Borges y Casares.
    Felicitaciones a ambas. (Ojalá aparezca este post.)
    Roberto

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  4. Gracias Roberto!!! asi deben ser los grandes encuentros, para compartir, sumar y por que no,volar aunque por ahora sólo sea en la inspiración...

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  5. Que atrapante la historia que contaste en este blog. Me gustaría vivir una historia similar en Brasil porque creo que es uno de los lugares mas lindos y romanticos que hay. Creo que voy a optar por el Alquiler departamento Rio de Janeiro e ir a la playa para ver si me encuentro con algún menino lindo. Saludos

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